sábado, 24 de diciembre de 2011

Controversia sobre la influencia roussoniana en la legislación democrática a partir de la publicación de la LOGSE (1990)

- Crítica del neoliberalismo y conservadorismo a la LOGSE por su deriva roussoniana.

Antes de comenzar a abordar el texto en cuestión, considero necesario hacer especial hincapié en dos aspectos importantes.

Primeramente, el contexto histórico en el que se lleva a cabo dicho escrito, pues como podemos observar, este texto, de tipo periodístico, fue publicado por el periódico “El País” el 21 de Junio de 1997, es decir, un año después en el que el partido popular paso a mandar en el poder, puesto que en 1996, dicho partido gano las elecciones nacionales. Este gobierno estableció la idea de liberalizar la economía, mediante un plan de reformas en el mercado laboral, toma de medidas con la intención de incrementar la competitividad en ese sector y un programa de privatizaciones.

El otro aspecto que conviene señalar, hace referencia al creador del texto, Pedro Schwartz, político, economista y jurista español. Este, comienza el escrito, centrando su atención en la figura del profesor Gary Becker, quien señala la gran importancia que tiene la mejora del capital humano a través de la enseñanza en el crecimiento económico. Este utiliza dicha idea, para criticar al gobierno del PP por su actuación en la aplicación de su programa de calidad y libertad educativa.

Después, Pedro nos cuenta que hacía poco tiempo había oído hablar de un discurso expuesto por Esperanza Aguirre, mientras de Educación y Cultura, en el cual nos mostraba sus buenas intenciones hacía una futura educación en nuestro país, realizando en él, además, una crítica a la figura de Rousseau, crítica que aparece reflejada de igual forma en el texto comentado anteriormente “¿Una pedagogía equivocada?”, por ser este el símbolo de una pedagogía “en la que nada cuenta valores como el mérito individual, el esfuerzo o el afán de superación”. Otro aspecto que mencionó fue su aumento en el presupuesto de la Educación pública, el cual se encontraba por encima de la inflación y el PIB.

Todos estos aspectos son adecuados, pero no suficientes. El programa de izquierda anticlerical que había fracasado en todos los países donde había sido aplicado, aún se seguía llevando a cabo en el sistema español, puesto que hasta ese momento este no había sido remplazado por el nuevo sistema basado en la libertad de enseñanza, reconocido por la Constitución.
Con todo esto, lo que el autor nos quiere decir es que la única forma de conseguir una enseñanza de mayor calidad, es que ambas instituciones, pública y privada, compitan entre sí, y que las familias tenga la suficiente libertad para poder elegir a su antojo a que tipo de institución prefieren que sus hijos vayan. De esta manera, el autor, afirma que hasta que el sistema no se ponga al total servicio de los consumidores, no se podrá obtener formación necesaria e imprescindible, para competir en el mundo futuro.

Sin embargo, no debemos de olvidarnos de la existencia de “un bono escolar”, que no es más que una subvención pública que ha hecho que las diferencias económicas establecidas de las diferentes familias hayan sido eliminadas. De esta forma, las familias que poseen una economía muy reducida, pueden tener el mismo derecho que las familias que poseen un gran potencial económico, a elegir con total libertad que tipo de institución, pública o privada, consideran mejor para la formación de su hijo. No obstante, conviene mencionar la opinión que presentan las organizaciones de maestros, profesores y catedráticos, ya que estos consideran que dicha subvención pública no debe de ir a manos de las familias, sino de las instituciones.

Para finalizar dicho texto, el autor expone de manera irónica una frase dirigida a la ministra, Esperanza Aguirre, la cual dice así: “La señora ministra tiene demasiado miedo de quienes quieren defender su comodidad frente a la posible competencia y la soberanía del consumidor”.

Para terminar, me gustaría dar mi opinión sobre algunos aspectos tratados en este texto. Por ejemplo, y en relación con la entrega del “bono escolar” a aquellas familias que no poseen suficiente dinero, he de decir que estoy totalmente de acuerdo, ya que desde mi punto de vista, todos tenemos el mismo derecho a elegir lo que más nos conviene y deseamos en cada caso, por eso, considero que esta ayuda es demasiado útil y beneficiosa para dichas familias, ya que así estas, tienen el misma posibilidad que las familias adineradas de elegir la institución que más les interesa para la formación y el desarrollo pleno de sus hijos. Sin embargo, y a pesar de esta anotación, debo decir que a mi parecer no hay gran diferencia entre un centro público y privado, siempre que el alumno en cuestión, este interesado por aprender y sacar el máximo provecho de todo aquello que se le enseña.

- Beatriz Palma García-Page.
- 2º Primaria A.

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